Buenas practicas inmobiliarias
La semana pasada asistí a un curso que me ofreció mi querido amigo y profesor, Juanjo Aguilera cuyo título era el mismo que el de este artículo. Pensé que, aunque creo que en el despacho se hace siempre el trabajo con la escrupulosidad que debe tener un profesional, no estaría de más que me recordaran todo lo que en teoría sabemos. También pensé que sería igual de interesante hablar con los compañeros que asistirían, pues muchas veces compartiendo las experiencias entre nosotros se aprende más que con la teoría.
¡Y no me equivoqué! Sabía que Juanjo es un excelente profesor y profesional, pero lo más importante es que nos hizo reflexionar y sacar a la luz todas las ideas que nos pasan por la cabeza caóticamente y nos ayudó a ponerlas en orden con mucho acierto. Siempre que puedo leo los apuntes que tomé ese día, pues los tengo delante de mi ordenador para no dejarlos de lado y poder escribir esta reflexión, que espero que sirva a otras personas tanto como me ha servido a mí.
Hubo tres apartados que tuvimos que desarrollar en privado para después compartirlos con el grupo. Estos salieron en mayor o menor medida a debate, consiguiendo alimentar tanto nuestro conocimiento como desarrollo personal.
1. MISIÓN DE NUESTRA EMPRESA
2. VISIÓN DE NUESTRA EMPRESA
3. VALORES DE NUESTRA EMPRESA
La primera es muy variable, ya que dependerá de ella misma: su tamaño, el sector al que pertenezca, los objetivos del empresario (que es quien desarrollará la estrategia), etc.
La segunda es muy interesante, pues se refiere a la concepción que tienen de la empresa sus empleados, sus clientes, sus colaboradores y sus proveedores. Realmente, el conjunto de todas las opiniones puede ayudar de una manera muy acertada, a conocernos y a comparar nuestra visión con la de los demás.
La tercera es, a mi modo de ver, la más importante. Para llegar a ser una empresa consolidada y referente, los valores de esta tienen que ir de la mano con los del propio empresario.
Nuestro profesor prosiguió haciéndonos hacer una lista de nuestros valores como individuos. Fue cuando la terminé que me di cuenta que el contenido de la lista coincidía con lo que queremos transmitir a nuestros clientes y a nuestros empleados, porque ellos son el valor añadido de nuestra empresa. Y digo nuestra porque quiero pensar que la consideran también como algo suyo.
El valor de una empresa es, sobre todo, la capacidad de todo un equipo de personas y de su trabajo en común. No sólo el individual, sino el que se hace cada día en colaboración con los compañeros, superando los malos días que todos tenemos, muchas veces por circunstancias personales y que nada tienen que ver con el trabajo. Pasamos muchas horas juntos y eso conlleva tener una máxima confianza y respeto con los compañeros.
Y volviendo al tema de los valores, quiero enumerar los que salieron a la luz y que considero absolutamente imprescindibles para ser un buen profesional:
EMPATÍA
TRANSPARENCIA
HONESTIDAD
CONFIANZA
FIABILIDAD
ÉTICA
SERIEDAD
HUMILDAD
DIGNIDAD
TENACIDAD
CONGRUENCIA
COMPROMISO
DISCRECIÓN
JUSTICIA
HONRADEZ
LEALTAD
PRUDENCIA
VERACIDAD
Cómo veis, la lista es muy grande, y el desarrollo de cada uno de estos valores daría para hacer su propio artículo, pues cada uno de ellos da para una buena reflexión.
El poder trabajar siguiendo estos valores hace que estemos en el camino de la excelencia. Lo conseguiremos o no, pero lo que es seguro es que lo estaremos intentando. A lo mejor nos quedaremos por el camino, pero habremos superado muchas de nuestras expectativas. Habremos mejorado.
En nuestros más de 60 años de experiencia hemos podido adecuarnos a los cambios del mercado y a la evolución de la sociedad, lo cual, y tal y como dice la empresa FORD, nos hace sentir orgullosos de nuestro pasado ya aún de nuestro presente.
Y para finalizar, para mí lo más importante es seguir disfrutando cada día con muestro trabajo.