Plan renove de la terraza: toldos
Comienzas a atisbar el fin del invierno. A medida que pasan los días, contamos con más horas de sol. Esto provoca unos irrefrenables deseos de estar al aire libre y hacer actividades fuera de las paredes de casa. Miras desde la ventana de tu salón y ves tu aburrida terraza. Quieres utilizarla y crear un nuevo espacio lúdico en tu hogar. Pues vamos a empezar recomendándote que pongas un toldo. Normalmente nos fijamos siempre en el diseño y los colores, pero a la hora de decidirnos a colocar uno, debemos de tener en cuenta otra serie de factores importantes.
El tamaño del toldo puede llegar a ser esencial, no solo es su parte más estética y decorativa, sino por la cantidad de luz solar que puede entrar dentro de nuestro de hogar. En verano, el contar con las dimensiones adecuadas, nos permitirá disfrutar de un mayor aislamiento tanto de la luz como del calor.
La orientación es tan importante como el tamaño. En función de cómo esté orientado nuestro toldo, podremos recibir más o menos rayos solares. No obstante, existen modelos adaptables que podremos mover según nuestras necesidades y aumentar la entra de luz el tiempo que deseemos.
Al ser un objeto externo, el toldo siempre estará expuesto a todas clases de inclemencias meteorológicas con independencia de la estación del año en la que nos hallemos. Nos lo podemos encontrar tanto de plástico como de lona. Este último es el más utilizado, dado que, a pesar de tener un coste más elevado, su material nos aporta una mayor durabilidad.
A la hora de dar una mejor vida a nuestro toldo, lo ideal sería poder desmontarlo en las estaciones de lluvia, ya que es uno de sus peores enemigos. Si por casualidad hubiésemos llegado tarde y nos encontramos con que nuestra lona está totalmente mojada, si el viento nos lo permite, lo ideal es dejarla secar para su posterior recogida. Cada año se recomienda una revisión del brazo mecánico para asegurarnos de su correcto funcionamiento; además de la comprobación de todas sus demás partes móviles.