¿Se acordará de ti aquel piso en el que creciste?
¿Se acordará de ti aquel piso en el que creciste?
Curiosamente, uno de los ideólogos más innovadores de la arquitectura moderna, acabó sus días viviendo en una pequeña cabaña (y no precisamente por falta de recursos, sino para poner en práctica su idea de la funcionalidad)
Charles Édouard Jeanneret-Gris nació en La Chaux-de-Fonds, una ciudad situada en uno de los cantones de la Suiza Romanda, concretamente el 6 de octubre de 1887. A los 29 años se trasladó a París, donde adoptó el seudónimo de Le Corbusier con el que llegaría a ser universalmente conocido.
Arquitecto, ingeniero, diseñador, pintor, escritor, fotógrafo, director de cine, además de uno de los representantes más influyentes del Movimiento Moderno de la Arquitectura del siglo XX.
Tu casa es una metáfora de lo que es la atalaya perfecta desde la que recostarse a otear el paso de los días azules, los crepúsculos de sol en otoño, las mañanas de escarcha y las tardes lluviosas de invierno.
Tu casa es una arquitectura cariñosa que solo es verdadera cuando ya no huele a nuevo y está plagada de recuerdos, de libros, de muebles usados, de cuadros y flores frescas, de una banda sonora irrepetible que da sentido y calor a todo lo anterior con la música y las conversaciones de tu vida.
Una casa con mayúsculas tiene su propio microclima, con una atmósfera vigorosa que acumula charme con el paso de los años y una brisa suave que conserva lo valioso y arrastra lejos lo banal.
Las casas que nos acogen escriben nuestra biografía engarzada como las cuentas de un collar, aunque haya hogares de paso que se desvanecen pronto en el recuerdo mientras que otros, como el de la niñez, se aferran a la memoria como parte indisoluble de nuestra esencia.
¿Se acordará de ti aquel piso en el que creciste, con su papel pintado y su moqueta, su largo pasillo y su cocina humeante que tan nítidamente sigues siendo capaz de evocar?
En 2016, medio siglo después de que el arquitecto falleciera de un fallo cardíaco mientras nadaba en la Costa Azul, la Unesco incluía su trabajo en la lista de Patrimonio de la Humanidad.